lunes, 9 de septiembre de 2013

"Tezozomoc"


“Tezozomoc” o “El ursurpador” es una obra dramática en dos actos de Luis Mario Moncada, de tema prehispánico cuyo eje es principalmente la lucha territorial: Tezozomoc (rey de Azcapotzalco) y Nezahualcóyotl disputándose las tierras de Texcoco y sus tributos.
Ixtlixóchitl ha fallecido dejando como descendiente directo, y gobernador natural de Texcoco a Nezahualcóyotl, su hijo. Sin embargo, Tezozomoc es quien se ha proclamado regidor legal de esas tierras y se ha establecido ya como tal. El conflicto se inicia una vez que Ixtlixóchitl, quien se suponía que contraería matrimonio con Tépcatl (hija de Tezozomoc), se retracta y decide regresarla a Azcapotzalco.
Nezahualcóyotl se ve apoyado por su madre y por los reyes Chalco, Otompan y Tlaxcala (cada uno con algún interés personal) para despojar a Tezozomoc de lo que originalmente le pertenece. En el primer enfrentamiento, a las afueras de Texcoco, ambos bandos se ponen de acuerdo para atacar a la ciudad, pues esta no se ve dispuesta a aceptar a ninguno de los dos “candidatos” como su gobernante legítimo. Es en este punto donde la aparición de los calpulli propone un arreglo para mantener la paz y que tanto la ciudad como los interesados en gobernan saquen ventaja: casar a Técpatl con Chalco. Pareciera que con esta escena concluyera la obra pero, por el contrario, aparece Tlacaelel ante Tezozomoc induciéndolo de nuevo a la guerra. Tras varios enfrentamientos y una serie de confusiones con respecto la muerte de Nezahualcóyotl, la situación se resuelve y Chalco y Tlazcala terminan por aliarse de nuevo con Tezozomoc, quien finalmente hereda el trono a Tayatzin, su hijo.
Nezahualcóyotl

En “The Lenguage of stories, a cognitive approach”, Barbara Dancygier habla acerce de los “props”, es decir, objetos que aparecen en escena y que en ocasiones toman un rol importante y/o significativo en la historia. Por ejemplo en “Tezozomoc”, al inicio de la obra, cuanto Tezozomoc decide enfrentarse contra sus adversarios, lo primero que hace es pedir a su hija que le de el cetro o bastón, símbolo de su poderío y a la vez de la seguridad que tiene sobre sí mismo. Conforme avanza la historia, el personaje va cambiando de parecer (sobre todo con respecto del destino de su principal adversario) y su espíritu se va doblegando al igual que su persona física. Cuando pierde todas sus fuerzas, aparece de nuevo el cetro: mientras tiene una alucinación “trata de defenderse con su bastón, pero al final cae al suelo”, lo que pudiera representar el doblegamiento espiritual y físico que el personaje sufre y que va muy por encima de la autoridad que con cetro en mano representa, pues esta vez el bastón no le impide caer.

1 comentario:

  1. Sí, lo del cetro es el más claro ejemplo de lo que expone Dancygier sobre los props y como el cuerpo de los personajes/actores se hace uno con ese objeto/significado. Lo curiosos es que el cetro occidental es totalmente ajeno a los tlatoanis aztecas, pero la anacronía o irrupción funciona de maravilla.

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