La obra teatral
"El enemigo" de Sergio Magaña, es una adaptación de uno de los
rituales de la cultura queché al que se le conoce en nuestra época como
"Rabinal Achí". En 1989 la Compañía de Teatro Nacional, puso en
escena la obra de Magaña a cargo de Lorena Maza, la cual fue videograbada y es
las que comparo ahora con el texto dramático. Al inicio del filme se da una
breve explicación sobre el origen de este drama originalmente llamado
"Xahoh Tun" (El baile del Tun), un baile-drama queché prehispánico
que era representado a manera de ritual. En 1856 se representa en la Iglesia
del Rabinal ante Brasseur, cuyas intenciones eran las de transcribir el texto
al que finalmente titula "Rabinal Achí".
La historia gira en
torno a la disputa existente entre el Varón de Rabinal y el Varón de Queché por
intereses políticos, pero sobre todo amorosos.
En el caso de la
puesta en escena de Lorena Maza, lo más interesante no es tanto la historia que
se representa, sino la manera en que se hace. Es en este proceso, en el de la
representación, que se puede echar mano de lo propuesto por Fernando del Toro
en su "Semiótica teatral" (1987), al distinguir el texto dramático
(TD), el texto de la puesta en escena (TP) y el texto espectacular (TE). El
primero corresponde entonces al escrito por Sergio Magaña, el segundo es el que
“reescribe” el director al momento de hacer la adaptación, y el tercero es ya
la puesta en escena que en este caso vemos en pantalla. El texto espectacular
se basa pues en el texto dramático, y “El enemigo” de Magaña (TD) se ha escrito
a partir de otro texto que en su momento ha sido también representado, es decir
de el “Rabinal Achí”; sin embargo ambos han surgido a partir de un texto
meramente espectacular: “El baile del Tun”. Con esto podemos reiterar lo propuesto
por Del Toro cuando afirma que los tres tipos de texto siempre se complementan.
Algo que no se
puede pasar por alto de la puesta en escena de Lorena Maza es el vestuario.
Llama la atención cómo elementos de distintos tipos de teatro, en este caso el
de los siglos de oro, japonés y prehispánico, se mezclan. Por ejemplo, la forma
de la vestimenta del Varón de Rabinal se asemeja a la utilizada en el teatro de
los siglos de oro español, aunque con detalles como la capa que pareciera ser
de algún tipo de piel dándole un toque un poco salvaje al personaje. El cabello
y el maquillaje por el contrario recuerdan a los utilizados en el teatro japonés.
Una entrada muy diplomática. ¿Te gustó la propuesta escénica de Lorena Maza? ¿Y el texto de Magaña? O quizá no hubo la suficiente identificación respecto a los textos.
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